
La clave del funcionamiento de estas grandes productoras de electricidad es la energía renovable. En este caso es el viento quien consigue la producción de energía.
La clave de la conversión de la energía contenida en el aire en movimiento giratorio está en un diseño muy cuidadoso, tanto de las palas de la hélice como del multiplicador, que convierte su rotación lenta en un giro muy rápido. El viento choca contra las palas y provoca diferencias de presión entre sus dos caras, haciendo girar su estructura. Es un proceso idéntico al que hace avanzar un avión gracias al giro de la hélice.
El engranaje multiplicador convierte el movimiento lento de la hélice en un giro rápido para activar el generador. El tamaño de las palas también está en relación con la cantidad de energía que producirá el molino. El emplazamiento de los molinos debe ser elegido cuidadosamente. Los mapas de potencialidad eólica marcan las zonas más adecuadas para la instalación de aerogeneradores que, por lo general, coinciden con las cumbres de montañas y sierras y con la costa.


